Llamamos falsas alarmas a la indicación de emergencia de un abonado cuando esta no existe.
Muchas veces una alarma puede ser identificada como FA evitando el despacho de la emergencia a la autoridad de aplicación.
Las consecuencias negativas de una falsa alarma pueden ser:
- Muerte de particulares en accidentes de tránsito, a consecuencia de la urgencia en los desplazamientos de los móviles policiales por respuesta a falsas alarmas despachadas.
- Muerte de personal policial al enfrentar el hecho delictivo demandado, a consecuencia del acostumbramiento y el exceso de confianza provocado por las reiteradas falsas alarmas.
- Falta de disponibilidad de recursos del estado móviles y hombres para cubrir requerimientos reales de la sociedad, al estar atendiendo tanta cantidad de despachos por falsas alarmas.
- Dilapidación de los recursos humanos y materiales del estado, especialmente de la Policía.
- Descreimiento en la confiabilidad del sistema de alarma, con el consecuente aumento de la sensación de inseguridad del ciudadano y el desprestigio de la empresa prestadora (pérdida de abonados).
- Aumento de los costos en recursos humanos y materiales para la empresa prestadora (más de U$S 50.000 anuales cada 1.000 abonados).
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